En pleno Cerro de la Muela, rodeando a la antigua ciudad de la época musulmana, se encuentra la Alcazaba de Badajoz. Su construcción tenía como fin el control del paso natural norte-sur y este-oeste.
Si nos acercamos a esta construcción almohade del siglo XII, podremos contemplar como el río Guadiana lo rodea por el norte. Acogió a los monarcas del Reino musulmán de Badajoz en su interior. Hoy en día, encontraremos desde la Biblioteca de Extremadura hasta la Facultad de Comunicación de la universidad extremeña, además del Museo Arqueológico Provincial en el Palacio de los Duques de la Roca.
Entrando por la Puerta del Capitel, atravesaremos la Plaza Alta, encontrándonos así con la Torreo de Espantaperros. Este nombre lo recibe por el supuesto efecto que producía el sonido de la campana que lo coronaba. Se trata de uno de los símbolos más característicos de la ciudad y es considerado el antecedente de la famosa Torre de Oro que se construyó un siglo después en Sevilla.
Desde la Torre entraremos a pasear a los Jardines de la Galera. Restaurados en los últimos años, es el punto de unión entre dos recintos amurallados. Estos verdes jardines rodean las murallas árabes, abriendo pasadizos y rincones en torno a la Torre Vieja.
Otro punto interesante en nuestra visita a la Alcazaba pacense es la Torre de Santa María de Sée, primitiva catedral de Badajoz tras la reconquista cristiana de la ciudad. Se encuentra en la parte más alta del recinto y en ella encontraremos restos de la Mezquita de Ibn Marwan.
Para disfrutar de una ciudad tan única como lo es Badajoz, la mejor opción es hacerlo descansando en un bungalow o cabaña. Además, podrás buscar nuevos rincones a lo largo de Extremadura ¡y recomendárnoslos para una próxima entrada!
Los Chozos de la Dehesa son cabañas circulares, conocidos como chozos, desde donde podrás practicar senderismo y visitar la Sierra de San Pedro. Se encuentran a 30 km de la capital de Badajoz y a 45 minutos en coche de Cáceres. ¡El lugar perfecto para recorrer tierras extremeñas!