Nada más llegar, sus aldeas nos invitaran al paseo por sus mágicos caminos. Esta costa tiene innumerables lugares que visitar, pero nosotros os proponemos una ruta de dos días por sus faros, en la que disfrutaréis de un paisaje único y de preciosos atardeceres.
Construidos desde la antigüedad, los faros se han convertido en iconos de un territorio marcado por la dureza del océano. Nuestra primera parada es en el más moderno de todos, situado en punta Nariga en Malpica de Bergantiños. Fue construido en 1995 con granito rosa que al observar detenidamente descubriremos un gran barco unido en tres cuerpos sobre el mar, sobre un entorno de piedras erosionadas por el agua y el viento; un paisaje que se completa con las Islas Sisargas. Según dicen, en este cabo se encuentran los mejores percebes de toda Galicia. ¿Os vais a quedar sin probarlos?
La siguiente parada es en Camariñas, donde podremos visitar el Museo de los Naufragios en uno de los faros más conocidos de la Costa, donde conoceremos mejor la historia de la zona y de la multitud de naufragios que se han sucedido, contabilizando en este tramo más de 150. El más conocido fue el que se produjo en 1890 por el buque inglés HMS Serpent, donde sólo sobrevivieron 3 personas de 175, surgiendo así el Cementerio de los Ingleses, que también podréis visitar en vuestra parada en Camariñas. Desde lo más alto del faro, observaremos el Ciclope, una torre octogonal en cabo Vilón, la cual es el primer faro eléctrico de España. Para observar el atardecer este primer día de ruta os animamos a disfrutarlo desde el cabo Touriñán.
El segundo día de nuestra ruta tendrá como protagonista Fisterra, punto final para muchos peregrinos del Camino de Santiago. En uno de sus arenales más peligrosos, O Rostro, cuenta la leyenda que bajo su arena blanca se encuentra una mítica ciudad que sucumbió por una ola. Deberemos de visitar el Castillo de San Carlos, una de las fortalezas defensivas de la costa, construído en el siglo XVIII que alberga en su interior el Museo da Pesca. Aunque si llegamos a Fisterra en domingo, tendremos que cruzar el aura del Santuario de Santa María de las Areas y comprobar si es cierta la leyenda que dice que a la talla casi humana del Cristo de la Barba Dorada le crecen pelo y uñas. Para despedir al astro rey, qué mejor que sentarnos sobre el antiguo altar de la Ara Solis de los fenicios, en las piedras cercanas al Faro Fisterra. Si el día tiene una densa niebla, oiremos a «La Vaca de Fisterra», el edificio anexo del faro, que emite estridentes sonidos hasta las 26 millas. El tercer edificio anexado al faro es el Semáforo, hoy convertido en hospedería pero antiguamente servía a la marina de guerra.
A escasos kilómetros de Fisterra, en la localidad de Cee, se encuentran las Cabañas de Lires. Rodeadas de un precioso entorno en cualquier época del año, podremos disfrutar de esta ruta y conocer mejor su tradición descansando unos días en estas cabañas de madera. Pasear por sus bosques, recorrer las aldeas y oler el mar, una perfecta opción para un merecido descanso.
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