La capital de Portugal os espera para que podáis desconectar de la rutina diaria a través de sus monumentos, puentes y tranvías. Conocida como la ciudad blanca, os recomendamos que comencéis vuestra visita e el Barrio de La Baixa. Desde este punto, podréis conocer la Plaza de los Restauraores, donde además comienza la Avenida da Liberdade, la más importante de Lisboa. Esta avenida acaba en la plaza del Margués de Pombai, punto en donde comienza la parte moderna de la ciudad. Otra punto interesante para descubrir la belleza que guarda la capital lusa es el Castillo de San Jorge, al que podréis llegar montando en uno de los conocidos tranvías portugueses, que en este caso parte desde la Plaza Figueira. Una vez en lo alto de la fortificación, os maravillará la fantástica panorámica que contemplaréis tanto de Lisboa como del río Tajo.
La segunda ciudad más importante de Portugal está dentro de las 14 que hay que visitar una vez al menos en la vida. Ideal para recorrer a pie, os sorprenderá la mezcla entre elegantes barrios y villas señoriales con calles estrechas y viejos callejones, todos llenos de historia y nostalgia
Pero además de por su fantástica gastronomía, en Portugal podréis saborear algunos de los mejores vinos a nivel mundial. Para que podáis disfrutar de una experiencia única, os recomendamos conocer el Valle do Douro.
Situado a la salida de Oporto, por donde desemboca el río, se producen en sus laderas los vinos Douro y Oporto, zona además catalogada como Patrimonio Mundial. A través de sus miradores, podréis maravillaros de la belleza de esta zona además de visitar pueblos y aldeas llenos de encanto y visitar sus viñas y bodegas. La ruta finaliza en Miranda do Douro, en el punto en el que el río llega a Portugal.
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