En otoño, verdes, ocres, dorados y rojizos inundan el paisaje. La selva de Irati se convierte en un bosque encantado de múltiples tonalidades. El mirador de la foz de Arbaiun ofrece una panorámica espectacular, y en general todo el Pirineo navarro se transforma en una sinfonía de colores acompasada por la berrea de los ciervos a principios de la estación.
Los pastores celebran la «Sanmiguelada»: algunos rebaños procedentes de valles pirenaicos, siguiendo la Cañada Real, hacen su entrada en las Bardenas Reales para utilizar sus pastos durante el invierno y el color de la uva tiñe los campos de la Zona Media y la Ribera.
¡Si os gusta comer, Navarra en otoño es ideal para vosotros!, podéis disfrutar de la recolección de las setas que salpican bosques y prados, visitar truferas y degustarlas en la mesa. Es el momento para la selección de los mejores frutos para la elaboración del pacharán, licor típico de Navarra que acompaña las sobremesas. Es también época de alcachofa y pimiento de piquillo. La tradición manda asarlo y envasarlo; toda una delicia para acompañar infinidad de platos.
Y para disfrutar mejor de la belleza de esta ciudad en otoño, os proponemos una serie de alojamientos:
Situado en las faldas de la Sierra de Aralar, en el Valle de Larraun y a 25 min. de Pamplona. Ideal para disfrutar de una escapada en un establecimiento con ambiente familiar. Además, es perfecto para conocer San Sebastián, Bilbao o Vitoria.
Hotel boutique de diseño, mundialmente premiado por su diseño y arquitectura, ubicado frente al Parque Natural de las Bardenas Reales de Navarra.
Se trata de una casa labriega de construcción solariega, rehabilitada en acogedor estilo rústico. Alojamiento rural situado en la localidad de Arguedas.
El otoño es una de las estaciones en las que Navarra brinda más oportunidades al visitante para conocer su riqueza natural y cultural ¡No te lo pierdas!
Image Credits: mercedesunzu, Bungalows Aralar