La villa alicantina guarda rincones donde poder pasear y disfrutar de una escapada, ya sea en familia, con tu pareja o en grupo. Os proponemos una fantástica ruta donde descubrir la historia de Alicante y como volvió a resurgir.
En 1691, esta ciudad amurallada ante el temor de ser atacada por vía marítima, sufrió un bombardeo que acabó con casi el 90% de las estructuras. Uno edificio que fue destruido en el ataque fue el Ayuntamiento, ya que se encuentra pegado al mar. El actual data del siglo XVIII; si nos animamos a entrar en él, podremos visitar el Salón Azul, que destaca por estar decorado como un palacio por la visita de Isabel II en 1858. Paseando por el casco viejo, nos encontraremos con la Calle Labradores; conocida por haber estado siempre habitada por nobles gracias a las casas que regalaba el rey Alfonso X El Sabio para que estos se trasladaran a Alicante, tras el bombardeo fue habitado por vecinos que vivían al lado del mar para poder refugiarse de los ataques.
Continuando por el casco antiguo de la ciudad, debemos de pararnos en el Barrio de Santa Cruz,, uno de los más típicos de Alicante. Se encuentra en una zona elevada, junto a la muralla que baja desde el Castillo de Santa Barbara. Esta fortaleza será nuestro último punto en la ruta por la Alicante Antigua.
El Castillo de Santa Barbara se encuentra en la cumbre del monte Benacantil, a donde se accede desde la playa del Postiguet. Se dice que si miras a la montaña desde esta playa, veremos la figura de una cara, La Cara del Moro. Este castillo es una de las más grandes fortalezas medievales de España. Desde sus muros, obtendremos una maravillosa panorámica de la bahía de Alicante. En la ladera del mismo frente al mar, pasearemos por el Parque de la Ereta, desde donde disfrutaremos de unas vistas privilegiadas de Alicante y sus casco antiguo.
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