Cartagena, ubicada en un lugar de enorme belleza natural, rodeada por cinco colinas y abierta al Mar Mediterráneo, representa una milenaria ciudad, hogar de grandes civilizaciones antiguas y heredera del patromonio de cientos de culturas. De Cartagena partió Aníbal, vencedor de la Segunda Guerra Púnica, que otorgó a la ciudad una gran importancia durante la Hispania romana, periodo en el cual el emperador rebautizó la villa como Carthago Nova y la dotó de un gran foro y varios monumentos muy bien conservados en la actualidad. Después de más de 2.000 años, el Museo del Teatro Romano de Cartagena se convierte en el principal símbolo de la historia romana de la ciudad, sin duda un lugar que merece la pena visitar de cerca. La visión de la Cartagena Romana se completa con visitas a otros centros de interés como el Decumano, antigua calzada de la época, el Augusteum, lugar de culto al emperador, y la Casa de la Fortuna, en la que se encuentran pinturas y mosáicos de origen romano.
Además, Cartagena ofrece al visitante una gran variedad de actividades de ocio que no se pueden rechazar, como la excursión a bordo del catamarán turístico que llega hasta el Fuerte de Navidad, una antígua costa convertida en Centro de Interpretación de la Arquitectura Defensiva del Mediterráneo. Durante el viaje en este catamarán, se pueden ver los numerosos monumentos arquitectónicos que envuelven Cartagena, como castillos o fortificaciones defensivas; El Castillo de la Concepción, El Refugio-Museo de la Guerra Civil o la Muralla Púnica.
Lorca, la ciudad de los Cien Escudos, es el siguiente destino. Allí, escudos nobiliarios, fachadas blasonadas y palacetes, invitan a vivir un original reccorrido por la Edad Media. Lorca es, sin duda, uno de los centros históricos más importantes del levante español, es por ello por lo que está declarado como conjunto histórico-artístico desde 1964. Como punto de partida, Lorca posee un centro de visitantes en el Convento de la Mercer, desde donde se muestra la evolución del núcleo urbano. Se trata de uno de las mejores oficinas de turismo de Murcia.
La primera parada de nuestro viaje es la Fortaleza del Sol, eenclave defensivo y señal de identidad de lorquinos pasados y actuales. Hoy se ha convertido en espacio temático por excelencia. Es el primer castillo que mezcla elementos interactivos con escenas de historia en directo, un auténttico espectáculo muy recomendado también para visitar con niños. Otro de los lugares de obligada visita es la Torre del Espolón, en la que se vivieron increíbles encuentros entre musulmanes y cristianos. Desde este lugar fronterizo, la Semana Santa se vive de forma mágica, y, gracias a los Museos de Bordados que rodean la zona, se puede conocer en cualquier época del año.
No conviene despedirse de Lorca sin antes visitar edificios tan bellos como la Ex-Colegiata de San Patricio, la Casa de los Mula y el Palacio de Guevara, sin duda alguna uno de los monumentos más emblemáticos del barroco civil levantino.
Nuestra escapada cultural no puede terminar, sin antes visitar Caravaca de la Cruz, una de las cinco ciudades santas del mundo que celebra el Año Jubilar Perpetuo, un lugar intimamente ligado a su reliquia. Según cuenta la leyenda, gracias al milagro de la cruz, el rey moro se convirtió al cristianismo tras contemplar dos ámgeles que bajaban del cielo una cruz. La leyenda dio lugar a la construcción del Castillo de la Vera Cruz. En su interior se contempla la historia de la aparición y la historia de la Santa Reliquia o Cruz de Caravaca.
El camino por esta ciudad de leyenda, nos lleva al Museo-Arqueológico, la altigua Iglesia de la Soledad, que acoge hoy la forma de vida de los anttepasados de Caravaca, con piezas, ajuares, cerámicas y restos de los templos romanos más antiguos de España. Parada obligada es también el Museo de la Fiesta, edificio conocido como Palacio del Marqués de San Mamés o Casa del Señor de Uribe. Este hermoso palacio descubre la espectacularidad de las Fiestas de la Santísima y Vera Cruz, declaradas Fiestas de Interés Turístico Internacional, y permite ver de cerca los vestidos que lucen moros y cristianos, así como saber la historia y espectacularidad de los Caballos del Vino y sus magníficos atalajes.
Para los amantes de la naturaleza que quieran alejarse del casco antíguo de la ciudad, el Paraje Natural de Las Fuentes del Marqués permite visitar el Torreón de los Templarios, lugar donde se instala una exposición interactiva muy entretenida acerca de los misterios y secretos de la naturaleza y el paisaje murciano.
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