Por el número de hectáreas de viñedo cultivadas, Castilla-La Mancha es la zona vitivinícola más extensa del mundo y en esta ruta saborearemos algunos de los vinos de la tierra, conociendo la tradición que los rodea. Partiendo de la capital del vino en la provincia, Valdepeñas, recorreremos algunos puntos de la provincia con bodegas que se pueden visitar.
En el corazón de La Mancha , en el camino que une Madrid con Andalucía, la localidad de Valdepeñas, con títulos de «Muy Heroica y Muy Leal e Invicta», es conocida por su producción de vino y por sus fiestas en honor al fruto de la vid, que se celebran a primeros de septiembre, coincidiendo con el inicio de la vendimia.
Podemos aparcarel coche en la avenida del Vino, llena de tinajas, y caminar por la avenida Gregorio Prieto, donde se encuentra el molino de viento más grande del mundo, fruto de los esfuerzos que este pintor dedicó para preservar los molinos, tema principal en todas sus exposiciones. Seguiremos hacia el centro y llegaremos a la plaza de España, con sus fachadas de azul y blanco, y la parroquia de la Asunción, un bello edificio renacentista. De los tres museos con que cuenta Valdepeñas recomendamos visitar el dedicado al vino, en la calle Princesa, donde se puede conocer la historia y los aspectos culturales que rodean a esta bebida. Alberga una colección de botellas y aperos de labranza de las viñas y la reproducción de una bodega.
Argamasilla de Alba, lugar de cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse en «El Quijote», mantiene en la actualidad algunas referencias emblemáticas a la obra cervantina. Antes de llegar a la localidad, en la finca «Los Cerrillos», bajo la sombra del castillo de Peñarroya, la familia Montalvo Wilmot elabora sus vinos de tradición centenaria en una bodega que se puede visitar.
Aprovecharemos para acercarnos al mencionado castillo de Peñarroya, una magnífica edificación con entrada libre ubicada sobre una peña, desde donde se divisa el río Guadiana, que sirve de magnífica entrada al Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera. Tiene humilladero, foso, un gran patio de armas, un aljibe medieval y una capilla policromada que alberga a la patrona de Argamasilla de Alba, Nuestra Señora de Peñarroya.
Dejaremos a un lado el turismo enológico para visitar un hermoso enclave de naturaleza en estado puro: las Lagunas de Ruidera, en el propio término municipal de Argamasilla. Se trata de un parque natural formado por un complejo sistema lagunar de lagunas que se rebosan e inundan unas a otras formando cascadas y saltos. Un lugar de gran valor paisajístico, con diversidad de ambientes para descubrir y recorrer, con una gran riqueza biológica (especies animales y plantas, encinares y sabinares, sotos, arboledas de álamos, etc.)
Ciudad Real es cultura, es historia y tradición. Descubre su encanto de la mano de BungalowsClub, y vive una auténtica estancia rural.