Aralar de mil colores

Entre Navarra y Guipuzkoa se extiende una preciosa sierra, en la que podremos pasear entre pastos, hayedos y prados siempre verdes. Hay ocasiones en las que disfrutar de la naturaleza es un lujo, pero escaparte a ella en otoño ¡es una maravilla!

Sierra de Aralar.
Esta imagen tiene Licencia CC en el Flickr de Markel Olano

Con una extensión de 208 kilómetros cuadrados,la Sierra de Aralar forma un paisaje caótico formado por lapiaces, valles ciegos, cuevas y simas, mezclado con otro más sereno, lleno de prados siempre verdes y el hayedo más importante de Navarra. Recorriendo sus caminos, es fácil encontrarse con ovejas latxas, yeguas y caballo sueltos por los prados y sobre todo, dólmenes. Y es que la piedra es un elemento muy importante en esta sierra, desde estas estructuras hasta en los bellos caserones que encontraremos en las localidades de Madotz, Astitz o Baraibar, además de preciosos molinos o ermitas.

Caballos en Sierra de Aralar.
Esta imagen tiene Licencia CC en el Flickr de mongider

Pero el monumento que más llama la atención de esta sierra es el santuario medieval de San Miguel de Aralar, donde según cuenta la leyenda, en su interior se guardan las cadenas que llevaba Teodosio de Goñi como penitencia por haber matado a sus suegros, victima de un engaño del diablo y de las que se vio liberado al invocar a San Miguel, venciendo de esta manera al dragón de Aralar. Según cuentan, si pasas tres veces por debajo, atraerás a la buena suerte. ¡No te quedes son comprobarlo! Podremos llegar hasta el templo desde Uharte Arakil, ascendiendo menos de un kilómetro pero con un desnivel de 400 metros. Por el camino, podremos contemplar alguno de los maravillosos dólmenes de la Sierra.

Otro precioso camino para disfrutar de la naturaleza otoñal de la Sierra de Aralar es el que se encuentra en la zona de Iribas. Se trata de un sendero de unos 5 kilómetros, que nos permitirá descubrir cómo las aguas de Aralar juegan con el suelo calizo en los nacederos del Ertzilla y el Larraun. Un punto que no podemos dejar de visitar es la Cueva de Mendukilo, en Astitz, donde podremos explorar las entrañas de la sierra. Esta cueva fue usada en otros tiempos como establo para el ganado, pero en la actualidad está acondicionada para poder contemplar estalactitas y estalagmitas de diferentes tamaños.

¡Descansa en la naturaleza desde un completo bungalow!

Descanso en plena Sierra de Aralar

Pero para disfrutar aún más de esta maravilla de la naturaleza en Navarra, os recomendamos que descanséis en Bungalows Aralar. Situado a los pies de la Sierra, desde el establecimiento podréis organizar diferentes excursiones, como visitar el Nacedero del Larraun. ¡Ideal para una escapada en familia, con amigos o con la pareja! Además, ¡podremos llevar a nuestra mascota!

¡Disfruta del otoño navarro con Bungalows Aralar!