Eso sí, sabemos que con 7 motivos nos quedamos muy cortos. Pero, de esta manera, podéis planear una escapada de fin de semana a Cuenca sin que os perdáis lo más importante. ¡Comenzamos!
La ciudad está rodeada por una muralla de origen árabe, de la que se conserva parte de su extensión y alguna puerta de acceso como la de Huete. La muralla se desarrolló por lo que hoy se conoce como los barrios del Castillo y de San Pedro, los barrios altos de la ciudad. Os recomendamos callejear por sus calles, visitar su Plaza Mayor y La Catedral, ¿sabíais que fue el primer edificio que se construyó en Cuenca tras la reconquista?
Sin duda, una icónica imagen que nos viene a la mente al pensar en la ciudad de Cuenca. Situado sobre la hoz del Huécar, primero se construyó entre 1533 y 1589 un puente de piedra, que acabó desplomándose con el paso del tiempo. Pero, en 1902, se construyó el que hoy conocemos, de hierro y madera. ¡Desde aquí podréis contemplar las vistas más típicas de las Casas Colgadas!
¡El símbolo de la ciudad! Los peques de la casa se sorprenderán al ver cómo se asoman al río desde sus balcones de madera voladizos sobre el acantilado. De esta joya de la arquitectura popular, sólo tres son visitables: la casa de la Sirena, que aloja un mesón donde degustar los platos típicos y las Casas del Rey, que contiene un museo de arte abstracto.
Salimos de Cuenca ciudad para conocer sus rincones más bellos. La primera parada, en la Ciudad Encantada. Situado en plena Serranía de Cuenca, en la localidad pedánea de Valdecabras y rodeada de inmensos pinares, la Ciudad Encantada es sin duda uno de los parajes más espectaculares de nuestro país. Aquí, grandes y pequeños podréis conocer y aprender el proceso geológico del karst y admirar sus caprichosas formaciones, algunas, incluso, recuerdan a animales. Como dato curioso, ¿sabíais qué su origen se remonta a hace 90 millones de años, cuando la Ciudad Encantada formaba parte del fondo del mar de Thetis?
Antes de llegar a la Ciudad Encantada, nos toparemos con lo que a primera vista parece un simple mirador de carretera. Pero no, se trata de El Ventano del Diablo, desde donde podréis contemplar unas increíbles vistas a la hoz del Júcar y el entorno de la Sierra de Cuenca. Según cuenta la leyenda, el Diablo organizaba en este lugar sus ejercicios de brujería y arrojaba al río a todo el que osaba asomarse por las ventanas del mirador.
¡Un recorrido que merece la pena hacer! Aunque está planificado para hacerlo en una hora, podréis gastar todo el tiempo que necesitéis. ¡Se os pasará el tiempo volando contemplando estas maravillosas esculturas esculpidas en piedra! Estos rostros escultóricos en roca arenisca son de diferentes tamaños, algunos espectaculares y de gran majestuosidad. La Ruta de las Caras de Buendía es agradable y de fácil recorrido, aunque cuenta con piedras por el camino. ¡Cuidado con los peques!
¿Cómo no iba a ser uno de los 7 motivos para visitar la provincia de Cuenca, reservar en uno de los establecimientos de BungalowsClub? Escoged el que mejor encaje con vuestras necesidades, cuándo tengáis un par de días libres. ¡Y a desconectar del día a día!
Image Credits: Turismo Castilla-La Mancha, Descubre Cuenca, Ciudad Encantada, Las Casas de la Vega