La fisionomía del valle está marcada por una fosa tectónica que se desarrolla a través del último tramo de la falla Alentejo-Plasencia, y tiene una longitud de 70 km, desde el puerto de Tornavacas, hasta la desembocadura del río Jerte.
Por ambos lados de la carretera que lleva al Valle del Jerte, entre las localidades de Navaconejo y Tornavacas, se aprecia el manto blanco que cubre los cerezos de la zona. Con un sin fín de especies vegetales, el viajero puede recorrer la ruta por antiguos caminos medievales, o por curiosas y conservadas calzadas de la época romana. La más destacada parte desde el centro de interpretación de la «reserva natural de la garganta de los infiertos», en la localidad de Jerte, y como todas, está correctamente cuidada y señalizada.
El clima es uno de los principales precursores de este magnífico espectáculo floral, y la estación primaveral es el periodo más adecuado. No podemos asegurar día y hora para comenzar la ruta, pero el mejor momento suele ser durante el mes de abril, en el que en apenas unas horas, la magia blanca del cerezo da vida al paisaje.
Una de las rutas rurales más recomendadas para ver y fotografiar el espectáculo, es el camino de la Garganta de Becedas. Pero lo cierto es que se pueden recorrer infinidad de rutas para practicar el senderismo. Rutas muy variadas, con paisajes variopintos, que ofrecen al visitante la oportunidad de conocer la gran diversidad de la fauna y la flora que posee El Valle del Jerte.
La Fiesta del Cerezo en Flor, encuentra su origen en este espectáculo natural. La floración de más de 2 millones de cerezos atrae a muchos turistas o amantes de la naturaleza hacia las localidades más cercanas al valle, y son muy diversas las actividades culturales, gastronómicas y tradicionales que hacen disfrutar al visitante. Exposiciones, muestras de artesanía popular en mercadillos, actuaciones musicales, y todo tipo de manifestaciones de la zona, en concreto de Extremadura, acompañan a la puesta en blanco que tiene lugar en el Valle.
Como enclave que no puede faltar en una visita al Valle del Jerte, destaca el Puerto de Tornavacas, desde donde se observa una magnífica perspectiva de todo el paisaje. En el Piornal, pueblo más alto de Extremadura, también se pueden disfrutar unas preciosas vistas del valle.
En esta fiesta multitudinaria original de los años 70, como tradición y muestra de confraternización de las diferentes localidades asentadas junto al Jerte, los visitantes tienen la oportunidad de probar los productos más típicos de la zona. No puede faltar en cualquiera de las ediciones del Cerezo en Flor, las degustaciones de aguardiente, licores, vinos de pitarra, mermelada y dulces.
Bautizado como «Valle del Gozo» , el Valle del Jerte es un tesoro natural que, cada primavera, rompe su monotonía con un blanco manto de flores, un espectáculo para los sentidos al que no se puede faltar.
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